Otros Destinos Uruguay
Uruguay es un país pequeño en territorio, pero vasto en identidad, memoria y alma. Tres millones de ha-bitantes conviven en una tierra donde la historia, la cultura y la naturaleza se entrelazan para ofrecer al viajero una experiencia auténtica, serena y profundamente humana. Montevideo, la capital, es el punto de partida. A orillas del Río de la Plata, la ciudad revela un casco his-tórico de arquitectura ecléctica, donde conviven casonas coloniales, edificios modernistas y calles que parecen susurrar historias al caminante. En la Ciudad Vieja, el Mercado del Puerto despliega aromas de asado y chivito, platos que son mucho más que tradición gastronómica: son parte de la identidad colec-tiva. Muy cerca, la Librería Sarandí simboliza otra pasión uruguaya: la lectura. En sus estantes palpita el espíritu culto y reflexivo de un pueblo que hizo de la palabra escrita un refugio. El Teatro Solís, con su imponente presencia, recuerda la vocación cultural de Montevideo, mientras que la Puerta de la Ciudadela evoca los tiempos de murallas y fortificaciones. Y en otro templo, el deportivo, se enciende la mística: el Estadio Centenario, cuna del fútbol mundial, guarda en su museo la memoria de héroes que trascendieron fronteras. Más allá de la capital, Uruguay se multiplica en matices. Colonia del Sacramento, Patrimonio de la Hu-manidad, conserva en sus calles empedradas la huella de las disputas entre imperios. Allí, en la Iglesia de la Virgen de Luján, conviven símbolos religiosos y patrios: la bandera nacional y la de los Treinta y Tres Orientales, héroes de la libertad. En Carmelo, el viajero descubre la nobleza de sus vinos y el legado de un terruño que ha hecho del enoturismo una carta de presentación. Su Museo de Vehículos de Época permite viajar en el tiempo, re-cordando cómo los avances del siglo pasado cambiaron la vida cotidiana.